La Comisión Directiva de la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNSa (ADIUNSa) manifiesta su enérgico repudio a la represión desatada contra lxs trabajadorxs del Subte de la Ciudad de Buenos Aires, quienes protestaban por el salario y contra las sanciones recibidas por quienes participaron en otras protestas.
La policía actuó con suma violencia, en un operativo de magnitud desmedida, en una acción que pone de relieve la decisión del gobierno de Rodríguez Larreta frente a los reclamos; postura que es la misma que ostenta el gobierno nacional.

Trabajadora del Subte golpeada
Trabajadora del Subte porteño, golpeada por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires

La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) es víctima de la acción común de gobernantes y jueces contra los derechos de lxs trabajadorxs: pese a contar con la más alta afiliación de trabajadores de la empresa Metrovías, la Cámara Federal de Apelaciones del Trabajo anuló la personería del sindicato por supuestos incumplimientos en el trámite, ante un pedido de la UTA. La Corte Suprema ratificó esa decisión, y la UTA procedió a firmar un aumento salarial del 15% en cuotas.
El gremio del Subte, conocido como “Metrodelegados”, inició protestas por ese acuerdo ruinoso, las que incluyeron la apertura de molinetes. La empresa sancionó a 70 trabajadorxs por haber participado de esas medidas, por lo que el gremio también demanda que esas sanciones queden sin efecto. Para reducir las complicaciones que acarrean las medidas de fuerza, decidieron realizar paros en algunas líneas, en horarios acotados, sumando otros períodos de apertura de molinetes.
La represión de esta mañana, con la detención de 15 participantes de la protesta, llevó a que el sindicato decidiera iniciar un paro total.
El gobierno sólo actúa en contra de los reclamos de lxs trabajadorxs: no propicia el diálogo, acusa desde los medios de comunicación, impulsa causas contra lxs dirigentes sindicales, alienta el odio, todo para mantener a rajatabla la reducción salarial que ha dispuesto. Por un lado, muestra dureza contra trabajadorxs, tarifazos que se comen gran parte de los sueldos y asfixian a pequeñas empresas, recorte para lxs jubiladxs, represión y persecución para quienes protestan; por otro, regala miles de millones en intereses a los tenedores de Lebacs, perdona las deudas impositivas de multimillonarios con el blanqueo y condona acreencias con el Estado de grandes empresas… incluso a alguna ligada a la familia presidencial (Correo Argentino).
Por eso el reclamo de libertad a lxs trabajadorxs del Subte, y de respeto al derecho a la protesta, trascienden a este caso particular y se convierten en un estandarte necesario de todxs lxs trabajadorxs. Esa importancia quedó de manifiesto en la amplia solidaridad expresada por un amplio abanico de referentes sociales, políticos y sindicales: Hebe de Bonafini, Daniel Catalano (ATE Capital), Vilma Ripol, entre muchxs otrxs, se acercaron hasta la comisaría en la que estaban detenidxs; la CGT, la Bancaria, Aceiteros, CONADU Histórica, son algunos de los sindicatos que expresaron el rechazo a la criminalización de la protesta. Incluso UTE (docentes porteños) decidieron un paro en apoyo a lxs trabajadorxs.
Esperamos que las centrales sindicales tomen nota de una vez de la situación de deterioro que afecta a las mayorías y convoquen a un plan de lucha y paro nacional. El gobierno ya reconoció que “escuchó al mercado” cuando decidió negociar con el Fondo Monetario; es hora de que escuche a lxs trabajadorxs. Y nuestra voz, como lo muestra la historia, es la lucha.